Sí, es el mismo Bolatti, el de Belgrano.
El de Córdoba.El “Gringo”, quien tuvo su bautismo de fuego con este equipo en Rusia y confirmó sus grandes dotes en Córdoba frente a Ghana, fue al banco de suplentes ante Paraguay, en su primer partido oficial sin tener minutos en cancha como así también frente a Perú pese a ser convocado.
Y así como Martín Palermo parece estar tocado por la varita mágica, lo de Bolatti ya es también histórico: Debutó por los “porotos” en una “final”. Debía contener los embates de Uruguay además de jugar con la tenencia del balón.
No sólo que cumplió al pie de la letra en los 10 minutos que Maradona le regaló, sino que marcó el gol de la victoria, el gol de la clasificación, el gol de su vida, el gol que seguramente también a él lo llevará a Sudáfrica. Y por si fuera poco el gol que le dio a Argentina por primera vez un triunfo en eliminatorias en Montevideo y en ese mítico estadio.
Y Bolatti no para de cumplir sueños. El ser seleccionado ya es todo para él e ir al Mundial sería la frutilla del postre.
Tuvo tres participaciones recordadas.
No pudo parar una contra uruguaya primero.
Luego despejó el potencial peligro al esquivar con su pierna un centro que se transformó en tiro de esquina.
Y a poco del final y tras un pase de Verón que se desvió en las piernas de un defensor de Uruguay, la pelota le quedó servida al “Gringo” quien la paró, se acomodó y la colocó a un palo del indefenso Muslera.
Gol. De Bolatti. De Córdoba. De Argentina.
La corrida, los abrazos, ese número “5” en la espalda que tan bien le queda. Ese color azul de la camiseta, el mismo con el que Argentina dejó afuera del Mundial ’86 a los “Charrúas” con aquel tanto de Pedro Pasculli.
Es Bolatti, el mismo que supimos ver crecer como jugador. El mismo que hizo gritar a un país. Es el “Gringo” de La Para. Lo prestamos un ratito.
De Córdoba para el Mundial.
http://www.lmcordoba.com.ar
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