RÍO GRANDE – Con un día soleado, pero con ráfagas de vientos fríos de aproximadamente 60 km, la Liga Oficial de Fútbol Río Grande, puso en marcha en las instalaciones del Centro Deportivo Municipal, tres de los partidos de la quinta fecha del campeonato local.La jornada comenzó con 25 minutos de retraso. Durante los primeros cuarenta y cinco, el elenco de Metalúrgica tuvo el viento a favor. A pesar de las ráfagas, Escuela Argentina resistió sin ningún problema.Si bien el partido no decía mucho, el árbitro Darío López había conseguido sacar hasta seis minutos antes de la finalización del cotejo, entre doce y catorce tarjetas amarillas aproximadamente.Tarjetas que si bien no fueron cuestionadas en su totalidad, terminó con dos expulsados por doble amarilla.Restaban solamente seis minutos cuando el árbitro del encuentro cobró un penal en favor de la UOM. Penal que será cuestionado por muchos de los presentes, porque para ellos no fue falta. De esta manera, los metalúrgicos pasaban a ganar uno a cero.Todos sabían que a partir de ese momento el resto de los minutos serían más que complicado, pero nada ocurrió. El problema surgió segundos después del pitazo final.Ahora el debate se centrará en si el árbitro tuvo la culpa o no, si dirigió bien o mal.Lo cierto, es que la gresca se produce cuándo los dos jugadores números ochos (Romero y Vera) de ambos equipos se agreden físicamente después del partido.¿Producto de que….? Diversos son los motivos por los que los dirigentes manifiestan que se provocó este desenlace.Lo malo de todo esto, es que a raíz de esta situación, los hombres de negros también salieron agredidos verbalmente. No salieron perjudicados físicamente porque muchos de los dirigentes detuvieron la situación.Volvemos a la pregunta de siempre. Que hubiese pasado si el resto de los presentes se hubiese prendido en todo esto….? Este es un tema que los dirigentes tendrán que volver a reflexionar.
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